martes, 28 de julio de 2015

La guillotina

Autora: Simone van der Vlugt
Editorial S.M. Madrid, 2001. 5,98 euros



Arranca esta novela con una de las numerosas revueltas del París revolucionario de 1789. Una joven de16 años hija de familia aristocrática se ve atrapada en una de las zonas de la ciudad  donde tiene lugar la sacudida revolucionaria; se ve así inmersa en una marea humana cuyas condiciones de vida será el primer aldabonazo en su conciencia. Sin embargo, todavía estaba lejos de imaginar cómo iban a afectar a su vida y a la de los suyos aquellas circunstancias históricas. 
Las diferencias sociales que habían sido el caldo de cultivo de la explosión revolucionaria marcarán el inicio de una época caracterizada por los acelerados cambios políticos, sociales e incluso interpersonales. Pronto aprenderá nuestra protagonista que la única forma de sobrevivir  era disimular sus costumbres y su educación, ocultar su verdadero origen social e imitar las burdas costumbres, los gestos groseros y el dialecto parisino de los barrios bajos... y  trabajar, aprender a trabajar. 


Por lo demás estamos ante una historia ágil, ligera y eficaz  que atrapará fácilmente al lector que supere las primeras cincuenta páginas. 
El estilo es sobrio, directo y escasamente elaborado; abundan los diálogos, las descripciones son pocas y poco cuidadas y apenas hay reflexiones o sugerencias que inviten a la reflexión.

Es pues un libro que se deja leer, que puede entretener a los estudiantes de Secundaria, especialmente si ya han estudiado la Revolución Francesa, que puede ser un buen pretexto para ilustrar o reforzar  aquellos acontecimientos históricos, pero sin que debamos esperar más de él. (P.M.) Publicado en Peonza Nº 60

Edad:Juvenil

martes, 21 de julio de 2015

Frenando el cambio climático

 El autor Mark Stevenson en su libro Un viaje optimista por el futuro (Galaxia Gutemberg, 2011) describe un interesante método llevado a cabo en Australia por el que se pueden extraer miles de millones de toneladas de CO2 de la atmósfera cada año.
Es una forma segura, eficiente, inmediata y rentable, al tiempo que aumenta la biodiversidad, fomenta la seguridad alimentaria, invierte el avance de los desiertos y mejora la vida en las comunidades rurales.        
Se basa en el mismo principio por el que se desarrolla el paisaje del Serengueti, una pradera natural que acoge a dos millones de animales; éstos, que están en un continuo peregrinaje, comen las puntas de las hierbas solamente y como avanzan no esquilman la planta; por el contrario esta forma apresurada de pacer favorece el renacimiento de la planta ya que al reducir su altura el sol entra más en la base del tronco herbáceo donde los brotes al recibirlo salen con más brío.  La altura de la planta hubiera sido un problema. Los animales son fundamentales para su regeneración constante sin llegar a esquilmarla al no volver a ella hasta el año siguiente.

Pues bien, esto no ocurre con las granjas en clima seco porque tienen a su ganado pastando en los mismos prados siempre con lo cual terminan debilitando la vegetación al incidir una y otra vez en la misma planta hasta llegar a los brotes. Y cuando se pierde vegetación disminuyen los niveles de carbono en el suelo que va a parar a la atmósfera. Es esta una degradación que se viene  produciendo en las praderas de todo el mundo.

Sabemos que el suelo necesita la hierba para enriquecerse en humus y por tanto en CO2. El Serengueti nos dice que la hierba necesita animales, a pesar del metano. Por tanto no es que tengamos demasiado ganado, es que tenemos poca hierba. Trabajando conjuntamente estos dos elementos el sistema sería una gigantesca bomba extractora de carbono pudiendo extraer cantidades ingentes de CO2 de la atmósfera.
   
Este es el modelo implantado en el interior australiano; y allí se constata que se está rejuveneciendo la biodiversidad a la vez que aumentan los beneficios de las granjas y se captura CO2 para fijarlo en el suelo.

En casi todo tipo de suelo, si se aumenta la materia orgánica (hierbas por ej.) un 1 por ciento a una profundidad de treinta centímetros (raíces), se secuestran aproximadamente cien toneladas de CO2 por hectárea.
La FAO calcula que hay 3500 millones de hectáreas de pastos agrícolas en nuestro planeta. Si pudiéramos aumentar la materia orgánica en ellas en un 1 por ciento se compensarían doce años de emisiones de CO2 en el mundo entero.

viernes, 17 de julio de 2015

El hombre invisible


Autor: H.G. Wells
Anaya, Madrid 1991

Representa uno de los mayores logros dentro del género de ciencia-ficción. La línea argumental (la peripecia tragicómica de un científico que logra hacerse invisible) permite al autor insertar su opinión sobre los valores y peligros de la ciencia.  

Para más de un pensador actual la fantasía de H. G. Wells  se ha convertido en realidad cien años después; en efecto el hombre urbano es una acabada metáfora del hombre que no ve ni es visto, que pasa por la vida inadvertido, del hombre ignorado e ignorante del vecino. La ciudad sería el espacio por donde deambulan  sombras anónimas que arrastran sus vidas siguiendo trayectorias individuales  ajenas, extrañas a las otras, en definitiva insolidarias. 
El término ciudadano ha perdido su carga semántica  quedándose sólo con la etimológica; este ciudadano es una metáfora actual del hombre invisible.  
(P.M.) Publicado en el Diario Montañés)

viernes, 10 de julio de 2015

EL TEOREMA DEL LORO

Autor: Denis Guedj
Editorial: Anagrama, Barcelona 2000. 

“Novela para aprender matemáticas”, dice en la cubierta y, aunque este reclamo parezca algo exagerado, podemos afirmar que este libro ayudará a amar las matemáticas a quienes no las tengan especial simpatía; y, desde luego, encandilará a aquéllos que disfruten con la ciencia de los números.   

Nos debemos felicitar que un matemático y profesor de historia de las ciencias haga una incursión en la literatura (no es la primera vez que lo hace), con una obra de creación que conjuga la ficción con la realidad histórica y la materia científica, sin que haya confusión posible entre ellas. Subyugadora idea también la de amalgamar la literatura con los números, las emociones  de aquélla con las relaciones de éstos, al tiempo que devuelve a la matemática  su original (de origen) parentesco con la filosofía.

Por lo demás, El teorema del loro, es un libro denso, extenso (530 páginas) y vivo; esta última característica viene avalada por las numerosas anécdotas divertidas,  interesantes, chispeantes o curiosas, que contribuyen a dar dinamismo al relato y mantienen la atención en continua expectativa, ante las sorprendentes propuestas o las ingeniosas soluciones. ... En definitiva estamos hablando de esas páginas capaces de ofrecer un momento de felicidad única, o “cuya elegancia  es comparable a la de una jugada de ajedrez” como nos recordaba Borges. (P.M.) Publicado en El Diario Montañés.

martes, 7 de julio de 2015

Solidaridad


Solidaridad

Steiner nos recuerda que un hombre podía leer a Goethe, Rilke o Shakespeare por la tarde, interpretar en el piano a Bach o Schubert por la noche, e ir por la mañana a hacer su trabajo en Auschwitz. Y es que un lector puede verse más sensibilizado emocionalmente por un buen pasaje literario que por la tragedia del vecino. Demostrado: la lectura no nos hace mejores. 

Esto viene a cuento por una noticia de El Confidencial que aparecía  el 27 de Febrero del 2015. Decía que un adolescente  estaba medio desnudo en una transitada calle de Nueva York a 14 grados bajo cero. El desgraciado podía morir de frío pero los que pasaban se mostraban indiferentes al fatal desenlace. Finalmente alguien se acercó, se quitó su abrigo, y se lo puso por encima mientras le apretaba contra su cuerpo para darle calor. Quien hacía esto era un mendigo. 
Minutos después éste se vio sorprendido cuando le dijeron que todo formaba parte de un experimento para ver la reacción de las personas ante la situación límite de un ser humano próximo.