Autor: Óscar Esquivias
Editorial: Edelvives, Zaragoza, 2007. 8,70 €
La última década del s. XVIII significó para Francia la experiencia histórica de participar en unos tiempos revueltos marcados por una incesante turbulencia política. La maquinaria de la revolución se había puesta en marcha en París en 1789 y desde este gran centro, cual poderoso ventilador, iba expandiendo sus ideas, sus acciones, su ruido y su furia en círculos concéntricos, llegando así a los lugares más alejados a medida que los círculos se agrandaban. Así llegaban los cambios (con sus luces y con sus sombras) a los lugares más recónditos de la revolucionaria Francia; y así creían las gentes de aquellos luminosos meses de 1791 vivir tiempos extraordinarios al tiempo que se sentían orgullosos de convertir a la patria en la nación más justa y más libre de Europa. Las convulsiones políticas se encargarán de que los veranos posteriores no sean tan entusiastas.
Editorial: Edelvives, Zaragoza, 2007. 8,70 €
La última década del s. XVIII significó para Francia la experiencia histórica de participar en unos tiempos revueltos marcados por una incesante turbulencia política. La maquinaria de la revolución se había puesta en marcha en París en 1789 y desde este gran centro, cual poderoso ventilador, iba expandiendo sus ideas, sus acciones, su ruido y su furia en círculos concéntricos, llegando así a los lugares más alejados a medida que los círculos se agrandaban. Así llegaban los cambios (con sus luces y con sus sombras) a los lugares más recónditos de la revolucionaria Francia; y así creían las gentes de aquellos luminosos meses de 1791 vivir tiempos extraordinarios al tiempo que se sentían orgullosos de convertir a la patria en la nación más justa y más libre de Europa. Las convulsiones políticas se encargarán de que los veranos posteriores no sean tan entusiastas.
Éste es el ambiente que se respira en el
pueblo del Sur de Francia en el que Oscar Esquivias sitúa el presente relato;
el mismo paisaje que desfila ante los ojos de nuestro protagonista
preadolescente, a través de quien la historia se transforma en microhistoria.
Convertido en el narrador nos presenta a unos seres humanos cuyas mentalidades
sufren la contradicción entre la costumbre y el cambio, la superstición y la
razón, la tradición y el progreso. Pero además de ir presentándonos ese mundo
cercano, nuestro intrépido personaje tiene que participar en algún
acontecimiento en el que está en juego la vida de su hermano Etienne y quizás
la suerte de la propia revolución...
El desarrollo de la trama está muy bien dosificado y el
interés de la lectura va ganando en intensidad; la ambientación histórica, sin
ser exhaustiva, es suficiente y amena. La prosa es de un estilo cuidado,
directo, preciso y sencillo, pero no simple.
(Publicado en Peonza Nº 85)