martes, 26 de enero de 2016

¡Puta Guerra!


Dibujos: Jacques Tardi  
Guion y Documentación: Jean-Pierre Verney
Traductor: Enrique Sánchez Abulí
Editorial: Norma, Barcelona, 2010

Diez millones de muertos y veintiún millones de heridos son cifras que resumen groseramente la Gran Guerra; se trata de datos que a fuerza de repetirlos terminan inmunizando las conciencias. Pero cuando el dibujante pone cara y sentimientos a esas víctimas, cuando reproduce las condiciones infrahumanas (trincheras claustrofóbicas, frío, barro, ratas) o cuando plasma el terror y la muerte rondando por doquier el lector se conmueve, se estremece, se horroriza y se rebela. 

Hablamos de una novela gráfica en donde loas viñetas, grandes (tres por página), despliegan imágenes de gran vigor expresivo, y en conjunto Jacques Tardi muestra una enorme destreza para recrear situaciones dramáticas de un realismo perturbador. La voz narrativa en primera persona y en boca del combatiente añade intensidad al relato y coloca a la conciencia del lector en el centro de la tragedia. La historia se presenta así cercana, emotiva, efectiva y cinematográfica.
El ágil dibujo en trazo grueso se desentiende del detalle en general pero resalta los detalles particulares que interesan al autor. Porque de lo que se trata aquí es de subrayar las angustias personales de un puñado de protagonistas con nombre propio. Por eso el dibujante destaca las tribulaciones del campesino, del obrero o del comerciante (padre, novio o hijo) que se han visto arrebatados de su humilde vida para formar parte de un paisaje infernal que no cesa de rugir; paisaje en el que no hay buenos y malos, sino víctimas y responsables, muertes inútiles y mandos ineptos. 

El alegre colorido de las primeras viñetas va cediendo paso a los grises, negros y oscuras gamas de azul o verde. Es lo que demandaba el desarrollo de la historia inaugurada en 1914 por los entusiastas clarines que convocaban a la defensa de la nación y clausurada en 1919 por las fúnebres campanadas recordando a tantos muertos. Dicha sobriedad cromática es salpicada ocasionalmente por alguna mancha roja para la sangre, las banderas o las insignias de algún general.

Estamos pues ante una obra intensa, apasionada, envolvente y sobrecogedora que nos arrastra a la esencia de la guerra y que apela a las emociones, a la indignación y a la piedad; una obra que muestra en toda su crudeza el sufrimiento, el espanto y la desesperanza de unos pobres infelices que se vieron arrollados por las ambiciones políticas, las fiebres patrióticas y la incompetencia militar.

Tras la historieta, Jean-Pierre Verney firma un breve, ágil y desenfadado dossier sobre el desarrollo del conflicto. 
  
Jacques Tardi (Valence, 1946) dibujó su primera obra antimilitarista Adiós Brindavoine en 1972. Dos años más tarde publicó Polonius, historia con tintes existencialistas, ambientada en la antigua Roma y en 1976 Adèle Blanc-Sec, heroína feminista en el París anterior a la I Guerra Mundial. También ha adaptado al cómic las novelas policíacas de Léo Malet, pero su aportación fundamental es la mirada crítica sobre la memoria histórica de las guerras recientes en Francia.
Jean Pierre Verney (1946) documentalista, ha sido comisario de diversas exposiciones sobre la Gran Guerra y es autor de numerosas obras sobre el tema.
Publicado en Peonza nº 110  (La vuelta al mundo en 90 novelas gráficas).  Octubre 2014

martes, 19 de enero de 2016

EL MUNDO PERDIDO

Autor: Arthur Conan Doyle
Editorial: Anaya. Madrid, 1994.

Generalmente, se entiende por ciencia ficción el producto de la imaginación del autor que se proyecta en el porvenir, que anticipa en el presente de la acción del relato un futuro más o menos lejano y que encuentra en una cierta base científica su garantía de verosimilitud. En "El Mundo Perdido" la pirueta imaginativa toma la dirección contraria y se dirige hacia un remoto pasado que se hace presente en el argumento novelesco. 
 Así, un extravagante científico organiza una expedición para probar al mundo su descubrimiento de la supervivencia de dinosaurios en un lugar de difícil acceso de Sudamérica; algo así como un viaje desde el siglo XX al Jurásico. 

En la novela, uno de los intentos desesperados del autor por librarse de la alargada sombra de su personaje Sherlock Holmes, hay humor, misterio, intriga y, sobre todo, aventura en estado puro. Como escribió el propio Conan Doyle, el libro está destinado "al muchacho que es a medias un hombre o al hombre que es un muchacho a medias". 
Publicado en el Diario Montañés


martes, 12 de enero de 2016

Miguel Servet. Historia de un fugitivo

Autor: Fernando Martínez Laínez
Editorial Temas de Hoy, Madrid. 2003



Interesante y actualizada revisión de una biografía llevada en más ocasiones a los libros, pero que la poliédrica personalidad del biografiado sigue ofreciendo ángulos de reflexión novedosos y sugerentes motivos de polémica. 
Todo ello contribuye en ésta que ahora comentamos a mostrarnos una figura de abrumadora vigencia. Su valentía y audacia, pero también su coherencia y su inquietud intelectual le valieron la enemistad de sus contemporáneos, tanto reformistas como católicos, que vieron en sus polémicas discusiones, sus escritos y sus avances en el conocimiento del cuerpo humano una amenaza para sus intereses políticos, ideológicos y doctrinales.


A través del médico, del polemista, del aventurero solitario, que es este librepensador aragonés, el autor de esta biografía nos describe un siglo XVI europeo en el que la obsesión por el control religioso pugna contra los destellos individuales que defienden el cultivo de la razón, de la ciencia o de la libertad de pensar. Aunque era demasiado pronto para la época, se estaban configurando las bases ideológicas del mundo moderno, pero eso sí, de forma lenta y dolorosa.   
Gustará a jóvenes lectores con mentes intelectualmente inquietas a partir de los 15 años y a cualquier lector adulto.  Publicado en El Diario Montañés.

martes, 5 de enero de 2016

Los tres reyes magos eran cuatro

Parece que la leyenda de los Reyes Magos tiene su antecedente en la mitología egipcia de la civilización faraónica . 
En efecto, se recoge en aquellas tradiciones que al nacer Horus de la diosa Isis acudieron de los cuatro puntos cardinales otros tantos personajes soberanos con cuatro regalos para la divinidad recién nacida; tales presentes eran oro, incienso, mirra y un libro.

Qué lástima que solamente hayan permanecido los tres primeros.