Autor: Rubén Darío
Ilustrador: Monika Doppert
Editorial: Ekaré. Caracas, 1979
En otra época fue muy popular
este poema de Rubén Darío pero las nuevas corrientes literarias lo fueron
relegando en el olvido. Sin embargo la sencillez de su composición, la cadencia
juguetona del ritmo y la armonía de la rima hacen que estos versos puedan ser
introducidos a edades tempranas.
En efecto, tales características permiten
incluso a los más pequeños apreciar cómo el lenguaje cobra luz, color,
fantasía, sensibilidad y sobre todo musicalidad convirtiéndose en una auténtica
fiesta floral, en la que quedan atrapados los lectores.
Pero además la edición que
comentamos realizada por la editorial venezolana Ekaré incorpora unas delicadas
ilustraciones integradas plenamente en el texto.
El trazo fino, delicado, en blanco y negro, en tono descriptivo y a veces sugerente, proporciona a estos dibujos una forma especial de ceñirse a la anécdota, a la vez que facilita la lectura de sus versos.
El trazo fino, delicado, en blanco y negro, en tono descriptivo y a veces sugerente, proporciona a estos dibujos una forma especial de ceñirse a la anécdota, a la vez que facilita la lectura de sus versos.
Una pequeña joya que también se puede recrear a un grupo de alumnos
mediante una proyección en gran pantalla.
(P.M.) Publicado en El Diario Montañés.
(P.M.) Publicado en El Diario Montañés.
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