A modo de sugerencia sobre un libro que versara sobre la lectura podríamos titularlo La lectura, el alimento de la inteligencia; o este otro La lectura tiene vitamina E y C. El volumen podría ir en naranja y la editorial debería dirigir sus esfuerzos de marketing en promocionarlo como el libro naranja de la lectura.

Título ciertamente llamativo podría ser La lectura no es un cuento chino; el color no ofrecería ninguna duda; estaríamos ante el libro amarillo de la lectura.
Y puestos a ser rigurosos e incisivos una propuesta de denuncia como Lectura y lectores en España, estaría aludiendo directamente a un libro negro.
Veamos otros: La lectura hace ciudadanos conscientes es demasiado largo, pero es claramente reivindicativo como también lo es Leer es poder; e incluso este otro: Leer es contrapoder. Todo ello si aceptamos que un ciudadano lector está mejor informado, tiene más seguridad en sí mismo y es menos vulnerable frente a quienes pueden abusar del poder que ostentan. Esta resistencia frente a los poderosos estaría aludiendo sin duda al libro rojo.
Más arriesgado hubiera sido este otro título: La lectura, un vicio solitario, y para continuar con el equívoco podría haberse presentado como el libro verde.

En fin, bromas aparte, reconozcamos que en cada uno de estos quiebros hay una parte de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario