Autores:
Ana Alonso y Javier Pelegrín
Editorial:
Anaya, Madrid, 2015. 12 €
Ana es una brillante estudiante de
instituto que sufre un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Ello la obliga a
repetir algunos comportamientos para evitar crisis de ansiedad, a subrayar
ciertas palabras cuando las ve escritas, a pedir que se las repitan si alguien
las pronuncia o a repetir mentalmente ciertas acciones para prevenir daños. También
tiene dificultades para decidir sobre
situaciones de la vida cotidiana por lo que debe recurrir al azar que le
proporcionen los dados para que decida por ella. Es consciente del momento en que se apodera de ella la urgencia
de hacer algo absurdo o ridículo, pero no puede evitarlo; lo que sí hace es
intentar disimularlo para que los demás no lo observen, aunque con éxito
incierto. En realidad es que cuando llega a ese trance ya no se siente dueña de
su propia mente y tiene que seguir a su cerebro; si no lo hiciera caería en el
pánico y perdería el control, antesala de la histeria; pero al seguirle cae en
los ataques de angustia, miedo e inseguridad.
Intenta hacer vida normal pero la
cuesta tener amigas. Inseguridad, necesidad, miedo y daño son palabras que
aluden a ideas que la bloquean, la ponen en el disparadero o la arrastran al remolino mental que tanto la angustia.
Sin embargo el nuevo alumno que
llegó al instituto descubrió en aquella compañera una sensibilidad especial y
quiso establecer una relación más estrecha con ella; su intento de ayudarla supuso un reto y el viaje de fin de
curso a Berlín era un comienzo. Por eso este desafío él lo abordó con cierta
inconsciencia y ella con muchas dudas, inseguridad y miedos.
La historia está contada desde
sendos diarios de la pareja de jóvenes lo que confiere esa atmósfera contenida
propia de un relato intimista. Con una prosa sencilla, frases cortas y ritmo pausado
este relato se adentra imperceptiblemente en el corazón del lector al que
informa de la situación emocional del personaje femenino; este será el primer
paso para crear una corriente de empatía con ella y finalmente para entenderla
y comprender su actitud.
Es una historia positiva, de
superación y de aprendizaje. Pero también de respeto al diferente, de atención,
de generosidad y de ayuda a quien en un momento dado lo necesita; es una
historia de relaciones humanas.
(Publicado en Peonza nº 114. Octubre de 2015)
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