Autor:
Ricardo Gómez
Editorial:
Edelvives. Zaragoza, 2002. 7,87 €
"Cuando
el nacionalismo se convierte en una religión, se comienza hablando de la pureza
del idioma y se acaba arremetiendo contra todo lo diferente: la religión, las
costumbres, el origen de los apellidos, los derechos de propiedad, la idea de
raza y el componente sanguíneo." Estas reflexiones de uno de los
protagonistas enmarcan la tragedia que se revive en esta historia. Las sucesivas guerras civiles que se han
producido entre Servia y Croacia, Servia y Bosnia, Servia y Kosovo, destaparon
de nuevo la iniquidad y la barbarie humana en Europa. La sociedad se fue
fracturando y las dos partes que hasta ese momento convivían en los mismo
barrios, en los mismos colegios, en los mismos bares, empezaron a desconfiar de
los "otros". A los insultos siguieron las peleas, a las
rencillas las venganzas, primero
quemaron tractores, después directamente las casas.
La
marea de locura llegó a todos los rincones de todos los pueblos.
-
"¿Todo un pueblo se vuelve loco?
-
No, claro. Pero basta con que se vuelvan locos los que están armados,
o se permita comprar armas a los locos, qué más da." Dirá otro de los personajes.
El
poder no era un árbitro imparcial, sino que avivaba el fuego desde una de las
partes. Muchas familias comenzaron a abandonar sus posesiones y emprendieron
una huida hacia lo desconocido. El propio viaje a través de tierras inhóspitas
y gentes hostiles siguió añadiendo más atrocidades a la tragedia de la que
huían. Así hasta que llegaban a los campos de refugiados donde cascos azules,
voluntarios de ONG´s y la ayuda internacional en forma de tiendas de campaña,
habitáculos prefabricados y alimentos mantenían a miles de supervivientes
ahogados en la tristeza, la amargura y la desolación. Aunque estaban a salvo,
la vida seguía siendo dura, el campo de refugiados estaba repleto y el número
de refugiados crecía por docenas cada día. Seguían sumergidos en el horror,
habían convertido la tragedia en costumbre y parece que hubieran olvidado cómo
era la vida antes de la guerra.
Este
es el mundo que se encuentra una adolescente que ha pasado diez meses con una
familia de acogida española. Cuando regresa a lo que queda de su país y de su
familia vivirá en el campo de refugiados
y allí irá descubriendo poco a poco la otra cara de la guerra; el dolor, el
silencio, la miseria, el desgarro, la desolación, los proyectos truncados, los
seres queridos perdidos,... lo que no se ve de la guerra. Pero al lado del drama aparece el heroismo y
al lado de la destrucción se alza la esperanza. Sobrevivirá al odio, al
racismo, a la intransigencia, a la tristeza, al frío y al barro, gracias a la
solidaridad de muchos dentro y fuera de un país que se llama Kosovo. Y ella
todavía con los recuerdos frescos de su cómoda estancia en España y
anteriormente en su casa familiar de aquel tranquilo pueblo de Kosovo, comienza
a escribir un diario con las impresiones y reflexiones que esta situación le
provocan; el resultado es un libro-documento por su realismo; pero también es
un mazazo a la conciencia del lector, un relato cuya lectura no deja
indiferente.
Por lo demás el estilo es sencillo, directo, ameno, envolvente,
sincero.
Publicado en Peonza Nº 65.
Edad: Juvenil
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