El profesor Juan Ignacio Cirac del que ya hablamos en la
entrada anterior de la página “píldoras mentales” manifestó también que la
utilización de la criptografía cuántica, es decir la posibilidad de utilizar
las propiedades cuánticas de las partículas haría inútil cualquier tentativa de
decodificación o desencriptación de claves.
En efecto si al enviar una partícula en estado cuántico
desde un emisor a un receptor es interceptada por el camino, esta interacción
producirá el colapso de la función de onda (recuérdese la paradoja del gato de Schrödinger ya visto en este Blog), es decir desaparece el
desdoblamiento cuántico, y se muestra como definitiva una de las opciones. Pero
tanto el emisor como el receptor detectarán inmediatamente que la clave ha sido
interceptada.
En la siguiente dirección se recoge la noticia del último experimento en este terreno: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/06/ciencia/1346932103.html
Con este sistema, añadía el profesor Cirac, no hay posibilidad de espiar, descifrar o
interceptar nada porque la información no pasa por ningún medio.
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