Editorial:
Seix Barral. Barcelona, 1999

Pero el
autor se sirve de este telón de fondo para hacer también otras consideraciones:
algunas son de carácter especulativo, como las relaciones entre literatura y
ciencia, entre literatura y ensayo, entre ciencia e historia o entre ciencia y
política. Otras son de índole moral: las relaciones entre la ciencia y la ética,
entre la ciencia y la conciencia personal, entre la ciencia y la dignidad
humana o la reflexión sobre el sentido del progreso. Por último, hay una cuestión
que prevalece sobre las demás, las relaciones entre la ciencia y el mal.
Es pues
un libro denso, con diversos niveles de lectura. Sin embargo la intriga y el
suspense magistralmente dosificados, mantienen el interés de la obra al tiempo
que la hacen extraordinariamente amena, sin que sea necesario que el lector
tenga unos grandes conocimientos de física cuántica, sepa lo que es el
principio de incertidumbre, o domine la teoría de la relatividad. Para lectores
consolidados y con cierta madurez a partir de los 16 años. (P.M.) Publicado en El Diario Montañés.
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