
Un dentista que presenció la escena relaciono el gas
con la ausencia de dolor. cuando a los pocos días tuvo que sacarse un diente hizo la prueba: respiró peróxido de
nitrógeno y se lo hizo arrancar.
No notó nada.
El dentista Horace Wells acababa de inaugurar el uso
de la anestesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario