Autor: Juan Luis Arsuaga
Editorial: Temas de hoy.
Madrid, 2012.
Juan Luis
Arsuaga, prestigioso científico y codirector del equipo que investiga los
yacimientos arqueológicos de la Sierra de Atapuerca, renovó con este libro el
éxito ya cosechado con su anterior publicación La especie elegida, ambos reeditados en numerosas ocasiones.
Y es digno de elogio este trabajo por un doble motivo; primero, porque consigue hacer inteligible para un gran público lo que sin duda es una materia científica de un alto grado de complejidad cuya comprensión, en otro caso, debería exigir amplios conocimientos previos. Segundo porque, sin perder rigor científico, pone de manifiesto una gran capacidad didáctica al tiempo que exhibe una excelente forma como ameno narrador.
Por todo esto, creemos que el autor consigue su propósito confesado de informar y hacer disfrutar con el placer que proporciona el seguimiento de los esfuerzos de los investigadores para dar respuesta a la pregunta que más nos desasosiega a todos: ¿Qué hacemos aquí?
Y es digno de elogio este trabajo por un doble motivo; primero, porque consigue hacer inteligible para un gran público lo que sin duda es una materia científica de un alto grado de complejidad cuya comprensión, en otro caso, debería exigir amplios conocimientos previos. Segundo porque, sin perder rigor científico, pone de manifiesto una gran capacidad didáctica al tiempo que exhibe una excelente forma como ameno narrador.
Por todo esto, creemos que el autor consigue su propósito confesado de informar y hacer disfrutar con el placer que proporciona el seguimiento de los esfuerzos de los investigadores para dar respuesta a la pregunta que más nos desasosiega a todos: ¿Qué hacemos aquí?
Asistimos así al desarrollo
de una humanidad (la Neanderthal) con su técnica de fabricación de útiles de
piedra, quizás con un lenguaje rudimentario y ciertamente con unos ritos
funerarios que responden a un mundo espiritual de creencias y sentimientos.
Humanidad que coexistió paralelamente con otra especie humana (la de Cromagnon, Sapiens Sapiens)
en un pulso que duró miles de años, hasta que la primera se extinguió; o quizás
sucumbió ante la superioridad de la segunda, con otro desarrollo cerebral, que dispone de un lenguaje
simbólico más elaborado y por tanto le permite formar alianzas más amplias y
complejas con sus semejantes para imponerse y sobrevivir.
Interesará a los buenos
lectores y a aquellos que empiezan a interrogarse sobre las grandes cuestiones
de la existencia humana.
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