Autor: François Sauterau
Editorial: Anaya, Madrid,
2002. 5,80 €
Como es sabido los pueblos
elaboran mitos para explicar las interrogantes y cuestiones que intrigan e
inquietan al ser humano cuando no pueden acudir a explicaciones racionales.
También es conocido que los griegos desarrollaron una de las más ricas
mitologías y que, como pueblo fundador de la cultura de occidente, esta
literatura tuvo una gran influencia en todas las manifestaciones culturales
posteriores.
Roma injertó sus leyendas en las griegas (Eneas era un príncipe
troyano que como Ulises tendrá que realizar un periplo sembrado de peligros por
el Mediterráneo; pero a diferencia de
éste, Eneas no regresa a su casa, sino que se instala en nueva tierra y fundará
una nueva patria). Más pragmáticos que los griegos, los romanos pretendían
explicar al mundo que su ciudad estaba marcada desde el nacimiento por
acontecimientos extraordinarios que anunciaban su prestigioso porvenir. El mensaje
era claro, la ciudad del Tiber estaba predestinada y contaba con la protección
de los dioses; los pueblos conquistados tenían que convencerse de su supremacía
no sólo militar y económica sino también cultural y religiosa.
Esto es lo que podemos
detectar en la adaptación que ahora presentamos y que se refiere a la leyenda
de Rómulo y Remo, hijos de una joven seducida por Marte (el dios de la guerra)
y que cuentan con la complicidad divina para llevar a cabo un verdadero
derroche de generosidad, audacia y temeridad necesarias para realizar unas proezas
ejemplares.
El libro abre nuevas
perspectivas al joven lector y se convierte en una sugerente invitación a
adentrarse en el mundo clásico griego y romano.
(P.M) Publicado en Peonza
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