viernes, 27 de noviembre de 2015

El azar en la anestesia


A finales del s. XIX un charlatán provocaba que las personas estallaran en carcajadas tras hacerle respirar peróxido de nitrógeno en una feria de EEUU.  Uno de los curiosos , tras inhalar el gas, se hirió al caerse de la tarima en que se encontraba, pero extrañamente no sintió ningún daño.  
Un dentista que presenció la escena relaciono el gas con la ausencia de dolor. cuando a los pocos días tuvo que sacarse un diente hizo la prueba: respiró peróxido de nitrógeno  y se lo hizo arrancar. No notó nada.

El dentista Horace Wells acababa de inaugurar el uso de la anestesia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario