viernes, 27 de febrero de 2015

Las lecciones del chimpancé (Emociones) y IV


Merced a los estudios de la especialista Jane Goodall y a los logros lingüísticos de la familia de Washoe en los ochenta, un gran número de personas han pensado más seriamente en el parentesco psicológico y emocional que une a chimpancés y seres humanos.
 

Como dice Roger Foots  (Ver píldoras anteriores I, II y III) la familia de Washoe le ha enseñado que los chimpancés comparten un amplio abanico de emociones con nosotros; de la alegría a la tristeza, del miedo a la furia, de la compasión al amor y al remordimiento. Y, al igual que los humanos, difieren por completo en la forma que tiene cada individuo de manifestar su particular universo emocional e intelectual.

Esto puso a los laboratorios biomédicos y militares en difícil situación: los chimpancés eran utilizados para sus investigaciones; dos mil chimpancés estaban siendo empleados para llevar a cabo experimentos dolorosos y a veces letales en USA en aquellos. La reacción de las administraciones estatales fue la de cerrar el grifo de las subvenciones destinadas a los estudios e investigaciones sobre el lenguaje de signos con ellos.

Incómoda pregunta la de Carl Sagan en 1977: "¿Cuán listo ha de ser un chimpancé para que matarlo constituya un asesinato?"
 

Terminado su  estudio, Roger Foots reconocía que ejemplos como los de Washoe y su familia no debían seguir reproduciéndose e investigaciones como la suya debíann dejar de existir porque estos individuos en cautividad, humanizados, aprendían a vivir con los humanos y dependían de estos para obtener alimento y protección. No podrían sobrevivir por sus propios medios en ningún ecosistema de Africa ni de América, como le pasó a Washoe cuando fue devuelta a la selva.

martes, 24 de febrero de 2015

La hora de los sensatos

Autor: Leopoldo Abadía
Editorial: Espasa, Madrid, 2009

Es la segunda parte del gran éxito editorial (La crisis Ninja) ya comentado aquí y firmado por este profesor del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE).
Si en el primer libro nos explicaba las causas de la crisis, en éste intenta desentrañar las claves para superarla.

Pero no es tan fácil esa solución de continuidad que podría derivarse de ambas publicaciones, porque en la primera veíamos que la crisis la desataba el mundo financiero a partir de prácticas arriesgadas de créditos e hipotecas descabelladas organizadas en paquetes opacos y lanzados por Estados Unidos y Europa. Sin embargo en el libro que ahora comentamos no son los que provocaron la crisis los que intentan superarla, sino los que hasta ahora habían sido sujetos pacientes, convidados de piedra. Por eso no hay continuidad entre crisis y soluciones, entre un libro y otro, sino ruptura y decepción. Es más fácil hacer un diagnóstico que elaborar un pronóstico, más fácil analizar lo que ha pasado y ver donde estamos, que proyectar lo que queremos que pase y saber cómo hacerlo.
En La hora de los sensatos el profesor Abadía propone soluciones de sentido común, bajo un punto de vista optimista, positivo y desde una perspectiva liberal. 
El problema es que todo el argumentario se basa en el buenismo de las personas, en la comprensión mutua, solidaridad universal y fraternidad comunitaria. Es la defensa del bien común desde la voluntad e iniciativa personal, individual; se apoya en las buenas intenciones, el voluntarismo, la ética política y el civismo ciudadano. Y destaca la importancia del emprendedor en este escenario que él dibuja, el que desarrolla una iniciativa privada y forma una empresa, el que creará riqueza y favorecerá la formación de puestos de trabajo.
Don Leopoldo se nos viene arriba y se atreve hasta con un programa de gobierno (de andar por casa); hace que la práctica de la gobernanza parezca sencilla, simple, natural, sin contradicciones, sin confrontación de intereses; algo así como si todo el pueblo español fuera un colectivo homogéneo que remara en la misma dirección; incluso como si la comunidad europea fuera realmente una comunidad o la globalización fuera una arcadia.

Quizás al pretender hacer un ensayo en un estilo sencillo, desde la mesa de un bar, y manejando conceptos de la vida cotidiana, sea más fácil explicar ciertas cosas que nos atañen de cerca, pero hemos de reconocer que hay decisiones en economía que están por encima incluso de gobiernos, que hay poderes que se escapan al control ciudadano, que hay ciudadanos que se escapan al contro de cualquier poder democrático y en definitiva que hay intereses que nada tienen que ver con los que conforman la vida cortidiana. Por eso es difícil pretender explicar el funcionamiento de la economía global con conceptos de la economía doméstica, sin frivolizar aquélla; o ésta.

viernes, 20 de febrero de 2015

La historia de Crimen y castigo


Explicada por Abraham B. Yehoshúa
Traductora: Sonia de Pedro
Ilustradora: Sonja Bougaeva
Editorial: Anagrama, Barcelona, 2013. 14,90 €

Un tren se dirige a toda velocidad por una vía en la que hay cinco trabajadores. El conductor está inconsciente; hay una forma de evitar la tragedia colectiva: la vía tiene una bifurcación unos metros antes del lugar en el que están los hombres; en la otra vía hay un trabajador. Tú puedes provocar el cambio de agujas y desviar el tren; matas a una persona pero salvas a cinco. ¿Qué haces? ¿Cuál es lo moralmente correcto? ¿Actuar? ¿No hacer nada? Esta es la versión de un experimento mental creado por la filósofa británica Philippa Foot. Llevado al límite el dilema puede ser demoledor.

Dostoievski, como es sabido, nos presenta a un joven estudiante con una personalidad atormentada por la precaria situación económica de su familia. El protagonista tiene un perfil psicológico poliédrico, con muchos matices, con luces y con sombras. Escrutando en su conciencia llega a convencerse de que la moralidad de los actos cobra dimensiones singulares en función del objetivo noble por el que se hacen; un crimen puede justificarse si el beneficiado es la humanidad.
A partir de esta tesis el escritor ruso desata un torrente de sentimientos encontrados, angustias no calmadas y culpabilidades latentes. El resultado es el sufrimiento psicológico de una conciencia atormentada en un paisaje íntimo absolutamente devastado. El libro se adentra así en el alma del asesino y explora sus abismos al tiempo que se pasea por los acantilados de la del lector.

Atreverse a hacer una adaptación de esta novela es un acto de audacia no exento de riesgos. Abraham B. Yehoshúa lo sabe y afronta el reto con solvencia. El libro pertenece a la serie Save the Story que inició Alessandro Baricco con La historia de don Juan y se encuadra dentro de la filosofía de la Scuola Holden de Turin dedicada a la escritura creativa y a “salvar a las historias en vías de extinción”. Umberto Eco, Andrea Camilleri entre otros, también participan en esta serie.
En esta línea Yehoshúa se enfrenta a una novela compleja, profunda, extensa. El narrador adopta el punto de vista de quien conoce la historia y da cuenta de ella. No es pues el narrador de la novela el que cuenta sino el lector de la misma el que narra lo que ha leído. De esta forma se rebaja la carga psicológica, la tensión emocional y la introspección en el lector; no golpea la conciencia con la contundencia del original pero sí que amaga, pellizca e inquieta. La fórmula es eficaz porque salva la historia y sigue dando que pensar; y también porque se acerca al joven lector la sombra de una obra que por lo general no va a tener muchas invitaciones a ser leída en el original. El desvelamiento de la historia puede ser una incitación para acudir al original en otra etapa de su vida.  

PM) Publicado en Peonza nº 106-107, Octubre 2013.

viernes, 13 de febrero de 2015

Las lecciones del chimpancé (Lo que veían los niños sordos) III


 Dice Roger Foot que tras décadas conversando con chimpancés y observando su conducta (ver píldoras I y II) está más convencido que nunca de que la mente del chimpancé y la mente del hombre son idénticas en lo fundamental. Tampoco debería sorprendernos mucho, dado que el cerebro del chimpancé y el del hombre evolucionaron ambos a partir de uno anterior común, el de nuestro antepasado primate.
  

Todo ello le lleva a la conclusión de que no existe una clara línea divisoria entre la inteligencia del hombre y la del chimpancé. Por eso cuando acudían personas a visitar a la familia de Washoe (la chimpancé que enseñó el lenguaje de los signos a sus hijos), observó que los niños sordos conversaban animadamente con los chimpancés y eran los primeros que reconocían a estos como nuestros parientes cercanos. "Cuando los niños sordos miraban a Washoe no veían a un animal, sino a una persona" afirma rotundo.

martes, 10 de febrero de 2015

La crisis Ninja y otros misterios


Autor: Leopoldo Abadía
Editorial: Espasa, Madrid, 2010

 

Cuando la crisis económica se cernía con virulencia sobre España, y aún faltando todavía lo peor que vendría en el 2011-2013, este doctor ingeniero y profesor escribió en 2008 el informe que titulaba La crisis Ninja (No Income, No Job, No Assets, o sea personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades), que se convertiría en una muy aceptada y clara explicación de lo que suponía la primera gran crisis financiera del siglo XXI. 
Claridad que se traduce en una naturalidad y sencillez de estilo, en la comprensión del análisis y el juicio de los hechos y en la utilización de un lenguaje cotidiano para abordar los problemas económicos y hacerlos así accesibles a todo tipo de personas.     
 

A partir de las conversaciones que va teniendo con un vecino, y por tanto en un tono coloquial, el profesor explica por qué lo que estaba ocurriendo en el estado de Wisconsin puede afectar a nuestros bolsillos; o las ventajas e inconvenientes de la globalización, o la fuerza de los poderes ocultos, la opacidad fiscal, los paraísos fiscales, las hipotecas prime y subprime, los presupuestos generales del Estado… y cómo no, la crisis con su principal consecuencia: el paro. Crisis global pero que afecta individualmente a las personas.

Pero además la globalización también nos trae incertidumbre; y la incertidumbre riesgos; riesgos que siempre ha habido, pero que ahora son mayores; porque ahora todo forma parte de todo, y todo tiene que ver con todo. Razón por la cual, añade, los gobiernos configuran organismos con ámbitos de decisión mayores que el Estado, lo que hace que dichos gobiernos tengan menos capacidad de decisión, y los ciudadanos vean que su democracia queda diluida; o disminuida; o lo que es peor secuestrada.

Otra consecuencia de la globalización, también nos recuerda, es la llegada masiva de emigrantes gracias a los cuáles muchas personas mayores se mantienen viviendo en sus casas, en vez de acudir masivamente a las residencias de ancianos.

Son algunas pinceladas de un texto amable y ameno, a pesar del tema que trata, inteligente, instructivo y cívico, que cierra con un mensaje optimista y un consejo: "que nadie se quede parado y menos los que estén en el paro".

viernes, 6 de febrero de 2015

Las cien vidas del filósofo Sócrates


Autor: Yan Marchand
Traductora: Sara Álvarez Pérez
Ilustrador: Yann le Bras
Editorial: Errata Naturae, Madrid, 2013. 15,50 €

“Nadie por ser joven dude en filosofar, ni por ser viejo de filosofar se hastíe” dijo Epicuro; este libro es una muestra más de que no hay que esperar a determinada edad para introducir a los jóvenes en esta disciplina. La filosofía surge porque la realidad da que pensar y el pensamiento lleva a la conjetura y a la interrogación. También es sabido que ambas cualidades son inherentes a la etapa infantil en donde la capacidad de hacer preguntas es casi ilimitada; sin embargo la experiencia nos dice que esta facultad se atrofia si no se cultiva. Por eso encauzar esa inquietud y potenciar el desarrollo de una mente abierta y reflexiva es la mejor medicina que los adultos pueden administrar a los niños; y también será el mejor antídoto contra la actitud pasiva y desinteresada que acepta las realidades sin cuestionarse nada.

El libro que aquí presentamos va en esa dirección; forma parte de la colección Los pequeños platones de gran acogida en Francia y por su propuesta y tratamiento merecedora de la misma repercusión entre nosotros. Entre las entregas ya publicadas se ha hablado de Diógenes, Kant, Marx, Descartes y Platón.

En esta ocasión el filósofo invitado es Sócrates. Aquí aparece, no como el maestro que cautiva a sus discípulos sino, ya muerto, en el mundo de las almas; en este país de los muertos, las almas esperan un juicio por el que tendrán mil años de placer si tuvieron una vida justa, o mil años de sufrimiento si hubiera sido injusta su conducta. Tras lo cual se vuelven a reencarnar de nuevo en otras vidas; y así como tábano, como perro y como preso en sucesivas vidas Sócrates utiliza su sabiduría para ayudar a Trasímaco cuya actitud le lleva indefectiblemente a ser castigado tras cada una de sus muertes a sufrir durante mil años.

La agudeza y sabiduría del filósofo se abre paso con naturalidad entre el humor y la ternura de los personajes, convirtiendo el ejercicio de pensar en una actividad intelectual fascinante y divertida. El mérito está en la sencillez y la amenidad con la que el autor aborda cuestiones que podrían ser consideradas complejas o difíciles.
No es que la filosofía sea inaccesible para el niño; es el vehículo por el que se accede el que la hace inteligible o no.

Hasta los 9 ó 10 años puede leerse acompañado de un adulto lo que será una gran oportunidad para dialogar entre ambos. A partir de esta edad lo podrá hacer el lector sólo en un genuino y placentero ejercicio intelectual.
(PM) Publicado en Peonza nº 106-107. Octubre 2013

martes, 3 de febrero de 2015

JULIO CÉSAR, El creador del Imperio romano


Autor: Richard Platt
Ilustradores: John James y Jim Robins
Editorial SM. Madrid, 2000

La colección Saber de la Editorial SM atesora una serie de títulos de gran formato, perfecta factura y profusión de ilustraciones sobre determinadas épocas de la historia. Pompeya, Alejandro Magno, Un castillo en guerra, Tutankhamon, Aztecas, Rumbo a la luna,... son algunos títulos que nos dan idea de los frisos históricos que se atienden desde este proyecto editorial. 
Cada libro de los citados, y en concreto el que ahora comentamos de Julio César es una auténtica puesta en escena con todo lujo de detalles y a todo color sobre la vida cotidiana de la época y el papel que nuestro protagonista juega en ella. El resultado es un viaje fascinante al pasado ayudado de un  relato ágil y ameno y unas sorprendentes imágenes. 
Con libros así el gusto por la historia tiene muchas posibilidades de florecer o de consolidarse. (PM)