viernes, 29 de septiembre de 2017

El capitán Miguel y el misterio de la daga milanesa

Autor: Martín Casariego Córdoba
Editorial: Anaya, Madrid, 2015. 10 €

El relato se sitúa en la España interior y se remonta a 1573  época en la que el poder económico y social de los nobles en el mundo rural seguía siendo muy grande. Era la transacción concedida por la monarquía a cambio de acaparar ésta el poder político y apoyarse recíprocamente para mantener los privilegios medievales frente al resto de la población, campesinos en su mayoría, súbditos plebeyos todos.
   
La trama se organiza en torno al mito del hombre lobo que aquí se recrea con una variante imaginativa que deriva en cruentas y letales acciones contra jóvenes que han cumplido los 14 años. La tragedia se había venido cumpliendo repetidamente pero la autoridad encarnada en la aristocracia terrateniente no tomará cartas en el asunto hasta que se produce la primera víctima entre los suyos. No eran equiparables las muertes de varas decenas de jóvenes campesinos a la de un solo vástago noble; en realidad la de los primeros no valía nada. Por eso, es ahora cuando encargan a nuestro protagonista, a pesar de sus orígenes plebeyos, la resolución de este terrible misterio. En efecto, el capitán Miguel disfrutaba del reconocimiento de la nobleza por su demostrado valor en importantes acciones en batallas, así como por su ingenio y capacidad  para solventar situaciones difíciles.

¿Era demencia aldeana o había algo de real en aquella historia? ¿Dónde había que poner la raya que separaba la superstición de lo simplemente desconocido, lo sobrenatural de lo fieramente humano, la fantasía de la realidad?  El capitán Miguel deshará poco a poco estos intrincados nudos.

Estamos ante una novela histórica, ricamente documentada, magníficamente ambientada, con realistas descripciones e hipnotizadoras secuencias de interiores, talleres, plazas públicas, castillos o monterías. Y apoyada en una cuidada y rítmica prosa: “Galopaba el capitán Miguel hacia Piedra de los Caballeros, el rostro atribulado, el porte severo, el gesto cansado, el ánimo entero”.
En fin, Martín Casariego nos regala una historia sencilla y misteriosa, terrible y tierna, fantástica y cercana, leve e intensa; una aventura estremecedora y trepidante. 
(Publicado en Peonza Nº 116)

viernes, 22 de septiembre de 2017

El árbol

Autor: John Fowles
Traductora: Pilar Adón
Editorial: Impedimenta, Madrid, 2015. 16 €

El presente ensayo fue publicado por primera vez en 1979, aunque no ha perdido vigencia. El novelista británico que lo firma arremete contra las ideas y prácticas que cultivan, podan y controlan  los árboles de los  jardines traseros de las casas familiares, como lo vivió él mismo en su infancia. Y frente a ese conjunto artificial de plantas modificadas por el hombre, nuestro autor contrapone el bosque natural, no humanizado, salvaje en su frondosidad y con toda la vida bullendo dentro.  

En este mismo sentido critica el afán del hombre occidental por aislar, describir, analizar, dividir y clasificar lo que nos rodea, que es lo que hace la ciencia. Él cree que de esta forma crece el desapego emocional e intelectual del propio espacio natural, se nos condiciona y se nos impide ver la naturaleza globalmente, aprehenderla en su conjunto y disfrutarla existencialmente. Parecería así compartir  la idea vertida por Keats de que la ciencia se opone al arte.  Como es sabido, para el poeta romántico John Keats, Newton destruyó la poesía del arco iris al reducirlo a una mera descomposición de la luz reflejada por un prisma transparente.  Fowles no llega a ese extremo; lo que busca es impulsar una reflexión más profunda sobre el modo de vida que nos aleja artificialmente de la naturaleza sustrayéndonos así a la posibilidad de experimentar el latido de la naturaleza, ese sentido íntimo que apela a nuestro sentimiento interior.

Reivindica así el mantenimiento de la capacidad humana para el asombro,  la emoción y la belleza para conocer, experimentar y disfrutar de la naturaleza y hacer de esta vivencia un arte en sí mismo.
Rescata también el sentido metafórico del bosque, como el escenario de héroes, doncellas, dragones y castillos misteriosos; alude a la valoración moral medieval por los riesgos de adulterio,  tentaciones diversas, magias, brujería y otros peligros; y reclama, su misteriosa atmósfera, sus silencios, sus pasillos, y esa paz profunda e  intensa que sobrecoge al ser humano.  
Finalmente reconocerá que lo que se experimenta en un bosque no se puede reproducir ni trasmitir, porque a esta experiencia solo se puede llegar a través de los propios sentidos.

Estamos pues ante una reflexión provocadora sobre la separación entre la naturaleza y el hombre. Pero este ensayo también es una profunda meditación sobre el misterio del arte, los itinerarios de la creación y sus inexplicables fuentes de inspiración.
Lo disfrutarán los buenos lectores amantes del arte en general y de la naturaleza en estado puro.
(Publicado en Peonza Nº 116)

viernes, 15 de septiembre de 2017

Conrado, científico enamorado

Autor: Pep Castellano
Dibujos: Jorge del Corral
Editorial: Algar, Alzira, 2013. 8,95 €

Este libro cuenta con varios protagonistas principales, los mismos desde cuya perspectiva va trascurriendo la historia relatada en primera persona. Ello hace que el punto de vista vaya cambiando y algunas situaciones, siendo las mismas, puedan ser descritas de forma distinta en función de los particulares ángulos de los citados protagonistas. Esta forma de multiplicar la voz narrativa, concede profundidad y riqueza al relato. 

La historia así pivota entre Conrado, un científico extravagante y Marta, una niña preadolescente. En torno a ellos giran otros personajes secundarios: la madre y la tía de la niña por un lado y algunas compañeras y compañeros de estudio por otro; aquellas y estos, todos están fascinados por el futbol; las adultas por verlo, los jóvenes por practicarlo.

Como contrapunto a este grupo surge un científico envuelto en sus rarezas y locuras particulares. Uno de sus últimos y siempre estrafalarios inventos es un elixir de kiwi que permite a quien lo toma sentir las mismas sensaciones que los protagonistas de los anuncios con que se topa en la calle o ve en la televisión.

En el trasfondo de la historia emerge una reflexión sobre lo que parece y lo que es, sobre el engaño de las apariencias y la injusticia de los prejuicios. Y todo ello sin olvidar esa simpática mirada que se arroja sobre la ciencia en la que aprender se convierte en una diversión.
Compañerismo, amistad, ternura y amor, son valores que brillan con luz propia en esta historia; el humor y la ironía la salpimentan eficazmente. El resultado es un relato ligero y ameno. 

Publicado en Peonza nº 116

viernes, 8 de septiembre de 2017

Donde aprenden a volar las gaviotas

Autor: Ana Alcolea
Editorial: Anaya, Madrid, 2007. 7,75 €



Arturo es un estudiante de 3º de ESO que pasa un verano en Noruega ampliando su horizonte sociocultural al tiempo que practica inglés. En el hogar familiar que le acoge convivirá con un adolescente (Erik) con similares inquietudes a las suyas por lo que pronto se convertirán en amigos inseparables. Todo ello le permitirá conocer a nuestro protagonista otras costumbres, otros hábitos, otras culturas, otros gestos y otras gentes; también entrará en contacto con la enfermedad de Alzheimer a través de la simpática y abierta relación de la abuela de Erik con su nieto. 

A partir de este entorno nuestro protagonista va adentrándose en esa comunión entre hombre y naturaleza tan comprensible en unas tierras conquistadas por frondosos bosques, lagos tenebrosos, fiordos inquietantes y nieves cegadoras y deslumbrantes. Y también es a partir de este entorno más amplio en el que la autora coloca un argumento cuyo tema viene siendo cada vez más recurrente en la literatura nórdica: la relación de la sociedad noruega con la Alemania nazi; tema ciertamente delicado e incómodo por traumático y no siempre confesado. Sin embargo, en el caso que ahora nos ocupa la historia se aborda desde el lado amable apelando a la ingenuidad juvenil del amor.



La trama se desarrolla alternativamente entre la actualidad y la época de la invasión de Noruega por la Alemania de Hitler; y nuestros dos protagonistas  se verán inmersos en un enigma perturbador e inquietante lo que les ofrecerá la oportunidad de desarrollar sus dotes investigadoras. De paso ayudan a refrescar los recuerdos de la abuela y a recuperar la memoria histórica de un pueblo, aunque no sea todo tan glorioso y heroico como les gustaría. 


Con un estilo directo y ágil, el desarrollo de la novela desata el instinto investigador del lector al utilizar un audaz juego de pistas-reclamo que mantiene la atención y el interés a lo largo de toda la historia. 
 Publicado en Peonza Nº 86 

viernes, 1 de septiembre de 2017

Micromegas

Autor: Voltaire
Traducción: Marta Ponzoda
Ilustraciones: Carlos Nine
Editorial: Libros del zorro rojo. Barcelona, 2006.

Interesante y arriesgada apuesta la de esta editorial en colaboración con la Generalitat de Catalunya; Voltaire no es un autor para niños, pero su concepción de la literatura  como instrumento didáctico para reformar la mentalidad y las costumbres de la sociedad de su época le lleva a escribir para el gran público. Y es este carácter divulgativo del pensamiento ilustrado el que permite que algunas de sus obras sirvan hoy para todos los públicos. No podía ser de otro modo en uno de los padres de la Ilustración, fundamento del pensamiento moderno y firme valedor del espíritu crítico frente al irracionalismo crédulo y la superstición. 

La obra que ahora comentamos es un breve cuento filosófico en el que un extraterrestre que "viaja para instruirse no para deleitarse" llega a un insignificante planeta llamado Tierra donde todo es de un tamaño diminuto. Nuestro protagonista, Micromegas, es de la gigantesca estrella Sirio, disfruta de casi mil sentidos y mide 39 km. de altura; en su largo periplo de 800 años se ha encontrado con un habitante de Saturno que tiene 72 sentidos y mide 2 km. y es con él con quien visita nuestra particular hormiguero humano. El casual encuentro con un grupo de exploradores terrestres, verdaderos microbios para los filósofos extranjeros, les pondrá al corriente de la ridiculez y la soberbia humanas.

Humor, agudeza, e ingenio se conjugan en esta lúcida historia que encierra una lección de filosofía, una invitación a pensar y una cura de humildad.
 Publicado en Peonza.