martes, 7 de noviembre de 2017

Polvo de estrellas (Carl Sagan y los misterios del Cosmos)


Autora e ilustradora: Stephanie Roth Sisson
Traductora: Susana Tornero
Editorial: Juventud, Barcelona, 2015. 14,90 €

He aquí un álbum ilustrado que nos presenta un aspecto de la ciencia de forma amable y amena. Se trata de una mirada familiar y accesible hacia Carl Sagan que fue niño curioso e imaginativo, apasionado por conocer los secretos de la vida y fascinado por explorar los límites de su entorno y más allá. Ya adulto, y sin perder nunca lo anterior, sería también activista, educador, astrofísico, filósofo optimista, divulgador científico, escritor de ciencia-ficción y poeta.  
Estamos así ante una breve y sencilla biografía que nos cuenta cómo un niño de Brooklyn que contemplaba fascinado las estrellas se convirtió en un científico que se dedicó a explorarlas extrayendo algunos de los grandes misterios del universo.

Su profundización en el mundo de las estrellas, los planetas y el origen mismo de la vida en el nuestro le llevó a experimentar un sentimiento de comunión con la Tierra primero y con las estrellas después. No era para menos, ya que este planeta azul, con todos sus habitantes, estaba hechos de polvo de estrellas; y ello alimentaba la hipótesis de que el mismo proceso se hubiera producido en otros lugares del universo. Era tal la emoción que le embargaba esta teoría que necesitó extenderla a los demás seres humanos para que también pudieran percibirse como parte de las estrellas y se sintieran reconfortados con el mismo sentimiento que le embargaba a él.
Su amor por la ciencia se devino contagioso y su entusiasmo por el universo se  irradió a través de su serie televisiva a millones de personas en todo el planeta. Sin embargo el más espectacular de sus sueños cumplidos fue el enviar al espacio una cápsula con información variada de nuestra civilización en forma de sonidos (lenguajes, música) e imágenes (grafías, figuras, arte, paisajes, objetos). Ahí, en el espacio interestelar, siguen y seguirán las naves Voyager (I y II) con su mensaje de paz, alegría y optimismo buscando un destinatario extraterreste.

Las ilustraciones plenas de ternura y colores suaves invaden cada una de las páginas adoptando diversas formas de ocupación del espacio en blanco del papel y sin repetir en dos páginas la misma forma de distribución. Lo mismo se puede decir con respecto a la forma y lugar en que se colocan los breves textos.
Decía Carl Sagan que la imaginación nos suele llevar a mundos que nunca existieron, pero sin ella no podemos llegar a ninguna parte. Aquí tenemos un álbum imaginativo que puede llevar a los incipientes lectores a ver las estrellas de otra manera. Publicado en Peonza Nº 117 



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