martes, 17 de marzo de 2015

Sistemas emergentes (O qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software)


Autor: Steven Johnson
Traductora: María Florencia Ferré
Editorial: Turner, Madrid, 2004

Emergencia es lo que ocurre cuando un sistema de elementos relativamente simples, se organiza espontáneamente (sin leyes explícitas), hasta dar lugar a un comportamiento inteligente.
  
El autor aplica el concepto de inteligencia colectiva a diversos entes desde la ciudad, hasta la colmena, el hormiguero, el comportamiento neuronal de nuestro cerebro e incluso Internet.

Por ejemplo en una ciudad como Manchester se producen patrones históricos de conducta humana y se toman decisiones que han sido inscritas en la textura de los edificios de la ciudad, patrones que pueden tener siglos (o milenios como Roma), que luego retroalimentan a los residentes y alteran sus decisiones futuras. Es decir, según esto, una ciudad es una máquina de amplificar patrones de conducta que asumen los miembros de  la comunidad. Al final la ciudad tiene un comportamiento colectivo que ningún individuo puede controlar, dirá el autor. La ciudad como colectivo histórico emerge así como un organismo vivo, específico, al margen de individuos o grupos propios de un tiempo concreto. La especialización dota a la ciudad de más inteligencia y utilidad para sus ciudadanos, y este aprendizaje emerge sin que nadie sea consciente de ello.    

Esto es más perceptible en el comportamiento de las hormigas en una colonia. No hay aquí ninguna mente organizando el trabajo; ningún individuo puede tener control sobre la totalidad de la colonia, ningún individuo o pequeño grupo de ellos puede saber lo que pasa globalmente en el hormiguero; sin embargo la suma de las decisiones individuales de cada hormiga dan como resultado un comportamiento global eficaz para la supervivencia del hormiguero; el cálculo de probabilidades de aciertos y errores nos dice que cuanto mayor sea el tamaño de la colonia más eficaz será el comportamiento global; lo mismo se podría decir de las abejas. Una estadística estrictamente matemática seguida aleatoriamente por individuos simples dan como resultado  un organismo complejo con un comportamiento inteligente.
   

Hoy sabemos que millares de animales sencillos pueden formar un cerebro colectivo capaza de tomar decisiones y de moverse como un único organismo.

Así que si alguna vez observamos a hormigas entrando y saliendo de un nido no las comparemos con una autopista llena de tráfico; sería un insulto,… para las hormigas naturalmente.

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