martes, 7 de julio de 2015

Solidaridad


Solidaridad

Steiner nos recuerda que un hombre podía leer a Goethe, Rilke o Shakespeare por la tarde, interpretar en el piano a Bach o Schubert por la noche, e ir por la mañana a hacer su trabajo en Auschwitz. Y es que un lector puede verse más sensibilizado emocionalmente por un buen pasaje literario que por la tragedia del vecino. Demostrado: la lectura no nos hace mejores. 

Esto viene a cuento por una noticia de El Confidencial que aparecía  el 27 de Febrero del 2015. Decía que un adolescente  estaba medio desnudo en una transitada calle de Nueva York a 14 grados bajo cero. El desgraciado podía morir de frío pero los que pasaban se mostraban indiferentes al fatal desenlace. Finalmente alguien se acercó, se quitó su abrigo, y se lo puso por encima mientras le apretaba contra su cuerpo para darle calor. Quien hacía esto era un mendigo. 
Minutos después éste se vio sorprendido cuando le dijeron que todo formaba parte de un experimento para ver la reacción de las personas ante la situación límite de un ser humano próximo.


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